Tener poco capital para invertir: Si el inversionista destina casi todo su dinero a un financiamiento inicial, esto quiere decir que no tiene la capacidad para acompañar al emprendedor a lo largo del camino.
Apostar solo por un emprendedor: Es necesario tener varios jugadores en el mercado para aumentar las posibilidades de ganar. Invertir en un solo proyecto es arriesgado cuando no se conoce el mercado.
Enamorarse del producto: El emprendedor es mucho más importante que la solución. SI él no tiene claro su objetivo y no conoce el negocio, de nada sirve que su producto o servicio sea el mejor mercado.
Juzgar mal al emprendedor: Aunque es subjetivo medir la pasión que tiene un emprendedor por su negocio, este elemento es importante para saber si se trata de un proyecto que va a prosperar o se quedará a la mitad del camino.